CONVERSANDO

CON KAROLINA KURKOVA

Karolina, eres la madre guay por excelencia.

KK: ¡Gracias! Pero todas las madres queremos ser guays. ¿No?

Sí, parece imposible ser otro tipo de madre hoy en día. Tú que eres madre de dos hijos, ¿Podrías ayudarnos a explicar este fenómeno?

KK: Bueno, ella puede ser guay si deja que sus hijos experimenten cosas a su alrededor sin interferir todo el tiempo, mientras crea una red de seguridad para que se apoyen. Eso es realmente importante.

Creo que una madre genial también trata de alcanzar la armonía con las cosas que la rodean y su familia. Todo el mundo piensan que una madre sabe cómo equilibrar las cosas, pero creo que eso es imposible. No somos máquinas y ti tienes niños, se involucran tus emociones. La palabra "equilibrio" suena casi fría en ese contexto, como si no fueras un ser humano. Y todos tratamos de ser tan perfectos hoy...

Recuerdo que cuando era pequeña, ser madre era 'solo' ser madre. Tal vez con un trabajo. Hoy me digo a mí misma: soy una buena cocinera, una gran madre, una gran empresaria. Y luego pienso, pero espera, Karolina, ¿Cómo puedes ser una diseñadora además de todo esto? Es una locura pensarlo, ¿Verdad? Pero así es como suelen pensar las mujeres de hoy.

Creo que un buen padre es alguien que está dispuesto a equivocarse y a trabajar en eso. Alguien que no tenga miedo de arrodillarse y ensuciarse, cueste lo que cueste. También aprendí de mis padres, por supuesto. Siempre se apoyaban mutuamente. ¡Y eso también es genial!

¿Te enseñaron tus padres a convertirte en una madre moderna?

KK: Por supuesto, tenemos más ADN de nuestros padres del que creemos. Pero para responder a tu pregunta, sí, lo hicieron. Me enseñaron a apreciar la buena educación y el amor por los buenos momentos y recuerdos. Estos días experimento momentos con mi propia familia que recuerdo haber tenido en aquel entonces con mis padres, sentados a la hora de la cena, conversando, riendo y contándonos historias... Crecí viendo a mis padres limpiando la casa, cocinando y trabajando juntos. Lo que sea necesario hacer, lo hicieron juntos. Era importante ver a los dos apoyándose el uno al otro. Y para la época en que crecí, eso era muy avanzado, muy moderno. El resultado es que no tengo miedo de hacer nada en mi vida, ya que he visto que pueden ayudarse mutuamente y tener éxito. Así que, por supuesto, busqué un marido que fuera un buen jugador de equipo.

¿Cuáles son los cambios que debe afrontar una mujer al pasar de chica a madre guay?

KK: Todo cambia. Para mí forma parte de la evolución de la vida, ya no se trata solo de ti. Te preguntas, ¿Por qué estás aquí? Y quizás estás haciendo lo que amas, pero ¿Estás haciendo lo que ama tu familia? Una cosa que considero muy importante: necesitas tiempo como pareja y necesitas que tus hijos sepan eso sobre ti. Además, necesitas sentirte querida y femenina. Creo que es algo esencial.

Cuando tuviste tu primer hijo ¿Cómo decidiste qué comprar para tu nueva vida?

KK: Soy una apasionada de la investigación y tenía curiosidad. Todo el mundo te dice algo diferente. La primera vez que eres padre crees que lo necesitas todo.

Más tarde, con mi segundo hijo, aprendí que necesitas mucho menos de lo que pensabas. Tu enfoque debe permanecer siempre en la calidad y no en la cantidad. También descubrí que quería un bolso cambiador que, además de ser funcional, fuera elegante.

Cuando se trata de un cochecito, necesitas algo simple, pero con personalidad; Algo seguro, pero con estilo. Por eso me encanta CYBEX. Tienes ruedas para el campo o la playa, esquís para la nieve y un fantástico portabebés para el automóvil. Pero como soy una chica de la moda, también necesito algo con estilo y, por supuesto, algo que no contamine el planeta. Eso se ha convertido en una verdadera necesidad para mí.

Entonces, parece que ha sido una colaboración perfecta con CYBEX. ¡Has creado una colección con conciencia ambiental!

KK: La sostenibilidad se ha convertido en algo muy importante para mí y mi familia. Por ello decidimos incluir plástico reciclado en la colección y estoy muy emocionada de haber creado un Seat Pack con 31 botellas de plástico. Ese es un gran paso hacia el futuro.

Al mismo tiempo, la colección sobre el amor y la felicidad es divertida. Me gustó, no solo con algún detalle en negro, blanco o azul. Adoro el color, la diversión del patrón y la gran boca repartiendo besos. Y es genial que CYBEX entendiera lo que estaba pensando desde el principio.

¿Cómo conociste CYBEX?

KK: Cuando tuve a mi primer hijo, Noah, me enviaron un cochecito. Más tarde conocí al fundador, Martin Pos, en una tienda de CYBEX en Alemania, junto con nuestras familias, y congeniamos desde el principio. Así que rápidamente decidimos colaborar.

Me encantó estar involucrada en el proceso de diseño, y no solo elegí entre diez productos diferentes que se me presentaron. Lo que me gustó de la colaboración es que estábamos pensando en cómo cambiar la industria. Con todos los problemas que estamos experimentando en el mundo en este momento, la sostenibilidad es una de las soluciones.

¿Hay otras soluciones?

KK: Para mí todo es amor y comprensión. No podemos vivir sin amor. No puedo vivir sin amar a mis hijos, a mi esposo, a mi familia. Mientras estaba investigando para la campaña con CYBEX, abrí un libro y leí la frase: "El amor es único, el amor es completo, el amor es universal". Eso me tocó la fibra sensible y me hizo pensar. Especialmente en estos días, la vida debe ser divertida, feliz, llena de amor y conexión. Eso es lo que busco como experiencia.

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